En la antigua cultura china existen tres tipos de suerte: la Suerte Divina, la Suerte del Entorno y la Suerte del Hombre.
. La Suerte Divina: es aquella que signan las estrellas, el destino marcado, la suerte y el éxito que estaban destinados para ti, es como aquella frase que dice “Hay gente que nace con estrella y gente que nace sin ella”. Este tipo de suerte y éxito son inmutables.
La Suerte del Entorno: se trata de las posibilidades que existen a tu paso, si has podido acceder a buenas escuelas, el tipo de familia que te ha tocado y las oportunidades de suerte y éxito que surgen a tu alrededor. Es también el accionar de todo el conjunto social que te rodea, las reglas, las leyes y las convenciones sociales con las que tienen que luchar o adaptarte para lograr una suerte y éxito determinados. Este tipo de suerte no es inmutable, tampoco está en tus manos, pero si puedes valerte o aprovecharte de ella.
La Suerte del Hombre: es aquella que está en tus manos, tiene que ver con el libre albedrío, las elecciones de vida y de camino que haces a cada momento. Este tipo de suerte es aquella que puedes modificar ampliamente y es la que te conducirá a sortear las dificultades que te presente tu Suerte Divina, te posibilitará tomar buenas decisiones aprovechando tu Suerte del Entorno y es la que, definitivamente, te hará lograr la suerte y el éxito, tal como los conocemos.
Con esta breve explicación ya debes tener muy claro que “la suerte y el éxito están en tus manos”, son producto personal tuyo y no depende de los demás, sino de tu habilidad personal para manejar los tres tipos de suerte que nos deja la filosofía china.
Con este tema de la suerte y el éxito aclarados, puedes comenzar a planificar tu destino.
Hacerte dueño de tu vida y de tu posibilidad de éxito.
Es necesario también que evalúes, desde el punto de vista de los tres tipos de éxito, cómo se ha conformado tu vida, cada cosa que vives o has vivido, cada detalle que conforma tu existencia sepáralo y fíjate a qué tipo de suerte pertenece.
Realiza este ejercicio que aclarará tus posibilidades y te marcará el camino del éxito a seguir:
Toma un cuaderno limpio y divide algunas hojas en tres columnas.
Comienza pensando en tu nacimiento, luego en tu niñez y escribe los datos cronológicamente, si puedes, féchalos o divídelos en etapas, primera infancia, el comienzo en la escuela, una mudanza, un cambio importante en tu hogar, un cambio de rumbo, un casamiento, un trabajo o estudio nuevos, etc
Escribe en la primera columna todo aquello, importante, que has pasado en tu vida y que consideras pertenece a tu Suerte Divina.
En la segunda columna lo que debe haber sucedido gracias a tu Suerte del Entorno.
En la tercera columna todo aquello que consideras como oportunidades que tomaste o acontecimientos negativos que viviste pero que fueron tu propia elección o resultado de decisiones propias, esta es la columna de tu Suerte del Hombre.
Una vez que tengas identificados los hechos en cada columna trata de fecharlos y quizás puedas ver un patrón, seguramente comenzarán a surgir relaciones entre los acontecimientos que antes nunca habías visto, simplemente porque la suerte y el éxito no te parecían relacionados, o los veías con otros ojos, o simplemente: no conocías de estos tres tipos de suerte.
Es una manera muy interesante de mirar para atrás, una buena forma de sacar conclusiones nuevas para analizar nuestra vida pasada y presente.
Es una buena manera de acomodar los acontecimientos que nos marcaron, aquellos que pudimos cambiar y no lo hicimos, aquellos que no podíamos cambiar y obstinadamente intentamos modificar en vano.
También es el principio del cambio y una manera sensata de encontrar el camino del éxito.
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